Melilla, mayo de 2.006
Este viaje a Melilla ha sido muy emocionante. Cuando aterricé lloré, ¿porqué?, no lo sé, pero la emoción me embargaba, llegaba a la tierra donde nació mi mamá, donde mi abuela había sido feliz e infeliz, donde creció parte de mi familia.
Las calles me recordaban los hechos que tantas y tantas veces había oído contar a todos.
Yo pisaba esos lugares donde una vez esos seres corrían, jugaban, reían y lloraban.
Entre en el colegio de los Hermanos de la Salle, vi las casas de las calles de Polavieja donde nació mi mamá, la de Sor Alegría donde nació el tío Pocholo y murió nuestro bisabuelo, la del General Mola enfrente de la Cruz Roja, el Parque Hernández, Parque Lobera, calle de Pepín, el Río de Oro, el Casino Militar, la Plaza de España, el Pueblo con sus pasadizos y ruinas, el cuartel de Regulares.
En el Pueblo encontramos un Museo en el que se recopilaban cosas antiguas y encontré un montón de fotos de la Granja donde trabajaba nuestro bisabuelo y donde nacieron todos los niños anteriores a mi mamá. Había ropa del ejercito uniformes de los Regulares con su capote, fusiles, sables...
Encontré una ciudad que me sorprendió por su belleza, una ciudad colonial, de estilo modernista. Es la 2ª ciudad española con más edificios modernistas, ocupa el 2º lugar después de Barcelona, cosa que me sorprendió muchísimo. Una ciudad muy limpia. Todos sus edificios restaurados y preciosos. Una ciudad tranquila, pacifica. Daba mucho gusto pasear por esas calles. Visité el cementerio y encontré la tumba de nuestra familia con una lápida de mármol y rodeada de macetas muy antiguas pero todas con plantas con una especie de plantita verde carnosa del tipo de cactus. Las letras de Familia Sisí estaban allí escritas grandes y bonitas, las letras de nuestra familia habían quedado allí impresas, año tras año, allí estaban. Los pelos se me ponían de punta. Sentía algo. No lo sé pero lo sentía. En la plaza de España estaban entrenándose para un desfile y justo era para los caídos por España. Llevaban la corona de laurel los legionarios y los regulares, izaron la bandera, tocaron a oración. Todo era emocionante.
Me hice fotos con todos, me subí a una tanqueta de los legionarios, me regalaron un CD con la historia de los Regulares.
En fin ya os iré contando familia pero creo que volveré pues no pude ir a Chafarinas, hacía mala mar y no pudimos ir, el barco no podía zarpar. Seguro que volveré y espero que todo esto lo sintamos juntos unidos que volvamos todos juntos para sentir las mismas cosas que yo sentí.
Mariamercedes.
3 Comments:
Muy bonito
emocionante,me gustó mucho,soy adanluza y vivo fuera de mi tierra
Y tantos usuarios anónimos y ninguno "nómino" de nuestra failia. Osú esto no puede ser. ¿cómo encuentran la página?.
Mariamercedes
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