27 junio, 2006

Boda en Madrid

Boda de Jaime y Afsoon

Viernes, 21 de octubre, el viaje de ida
A las tres cogemos el tren y en poco menos de cuatro horas y media llegamos a la estación de Atocha, donde nos recibe José Antonio, con los billetes preparados del tren de cercanías que nos llevaría a la parada de Valdelafuentes, Alcobendas, nuestro destino.

En Alcobendas nos estaba esperando Jaime, quién nos lleva, a unos directamente a la casa donde ese iba a celebrar la “fiesta del día anterior” y a los otros, al hotel Amura.

Nos deja en el hotel, nos espera y nos lleva también a la “fiesta del día anterior“.

La fiesta del día anterior
Un encuentro muy feliz con la familia, muchos abrazos, muchos besos, mucha alegría.

A los novios se les ve muy felices, contentos, ambos se muestran encantadores, nos explican como se va a desarrollar la ceremonia iraní.

La Teniente Birra insiste, tenéis que probar mis tortillas que para eso me he pasado toda la tarde haciéndolas.

Después de pasarlo muy bien, nos vamos despidiendo, mañana es la gran fiesta y todo el mundo quiere estar fresco, Afsson nos acerca al hotel, ¡otro detallazo!.

Sábado, 22 de octubre
En el hotel nos recoge un autobús, en el que ya están Mary Pepa, Memes y Conchita, la tres guapísimas y muy elegantes, ¡quieren competir con la Reina de Inglaterra!.

Pasamos por la Moraleja para recoger a más invitados y Keka, la novia de Pablo, nos va explicando amablemente, cual guía experta, diversos aspectos de la ceremonia a la que vamos a asistir.

El lugar
La Antigua Fabrica de Harinas de Torremocha de Jarama, un conjunto de edificaciones que datan del siglo XIV.

La ceremonia
El Alcalde de Torrelaguna celebra el matrimonio civil y a continuación se celebra la ceremonia iraní.

La ceremonia iraní pertenece a la tradición Zoroástrica. La ceremonia tiene lugar en un salón adornado con flores y el “ sofreh aghed”, mantel bordado con diversos motivos simbólicos.

- Espejo con velas a ambos lados iluminando, representa el fuego y la luz.
- Pan tradicional para que haya banquetes abundantes.
- Monedas de oro, simbolizan la prosperidad económica.
- Miel, azúcar cristalizado y dulces iraníes para endulzar la vida de los novios.
- Esphand, incienso persa, se quema para purificar el ambiente y alejar el mal de ojo.
- Agua de rosas para perfumar el ambiente.
- Arroz, frutos secos y huevos simbolizan la fertilidad y la abundancia.
- Fuente con pan, queso y hierbas frescas para que haya abundancia.
- Flores para que la belleza adorne el matrimonio.
- Libro del poeta clásico iraní Hafez.

Los novios tiene cada uno dos testigos. El Maestro de ceremonia confirma, con los padres de los novios, que quieren proceder con la ceremonia y no tienen objeciones. Primero se pregunta al novio si desea casarse; después se le realiza a la novia la misma pregunta. Se repite hasta tres veces y cada vez las mujeres contestan “la novia se ha ido a recoger flores” o frases similares. En la última pregunta la madre del novio pone la mano de la novia una moneda de oro y este responde afirmativamente.

Durante la ceremonia las mujeres felizmente casadas sujetan un velo sobre la cabeza de los novios. Dos piezas cónicas de azúcar cristalizado se frotan para que el azúcar caiga sobre el tejido y endulce la vida a los novios. A la vez se hilvana con una aguja y siete hilo de colores el velo que cubre a los novios para cerrar la boca de quienes hacen comentarios maliciosos. Después de pronunciarse marido y mujer juntaran sus manos y tomaran miel para endulzar su vida. Al levantarse del “Sofreh” la esposa apagará las velas con el tacón de su zapato para indicar que ella siempre tendrá la última palabra.

Jaime , habla a los novios, directo al corazón, un discurso cargado de emoción, hay que cargar la mochila, dice entre otras cosas, cuanto más mejor, de muchas cosas alegres y bonitas, para sacarlas cuando surjan dificultades.

El festejo
Aparece un camarero con una bandeja de delicatessen, otro con otra bandeja de bebidas variadas y así, cien más, una y otra vez, sorpresa tras sorpresa.

tacos de salmón marinado con salsa mentidero,
puntas de espárragos verdes de sal gorda,
crujientes de morcilla con salsa de miel,
jamón ibérico de bellota,
tostas de foie y jamón de pato a la fruta de la pasión,
vieiras fundido sobre cebolla caramelizada,
steak tartare con trufas negras,
crujientes de chistorra con sésamo tostado
y croquetas de asado en su jugo
La comida, igual de genial que el cocktail, platos de diseño contentaron los paladares más exigentes, acompañados por vinos blancos y tintos, cargados de excelentes aromas y sabores.

crema de calabaza con jamón ibérico y langosta,
vino blanco, Canals y Nubiola Sauvignon
copita de mango y maracuyá con foie
pularda rellena de foie con salsa de boletuys y patatas gratinadas,
vino tinto rioja , Luis Cañas crianza 2001
trilogía de chocolate con chocolate caliente al momento,
crema de yogur con coulis de frambuesa,
cava, Anna de Codorniu Brut,
café e infusiones.
El baile
¡Fiesta!, ¡fiesta!, ¡fiesta!, y mucha alegría, los nuevos esposos derrochaban felicidad, sus padres también, y la transmiten a todo el mundo y como la pólvora, se extiende por la Fábrica de Harinas iluminando unas de las mejores veladas que hayamos vivido en mucho tiempo.

A las doce, un autobús, nos devuelve al hotel.

El día después
Pepe nos recoge en el hotel Amura y después de recoger a Conchita, nos lleva a su casa, donde habían dormido Sonia y Raquel.

Nos invitan a comer, con Pepe al mando de la cocina y entre él y Félix nos devuelven a la estación de Atocha, para, algo tristes, coger de nuevo el tren y regresar a casa.

Algunos días después
El día 27 siguiente, Maríamercedes, nos envía el siguiente e-mail:
A lo largo del tiempo he comprendido que la vida tiene un recorrido de un tren y en ese tren hay paradas, con sus estaciones y hay que aprovechar todas esas paradas para ver esos lugares tan maravillosos que nos presenta esa larga o corta vida que tiene cada uno.

La verdad es que en este trayecto, una de las paradas que con más ansia esperaba, era la boda de mi hijo. No sabéis como pensaba parar en ese lugar y todo lo que estaba preparando para bajarme en esa estación.

Al mismo tiempo, en ese viaje, que es nuestra vida, no se puede ir solo, no, no hay nadie en este mundo que se crea tan autosuficiente para hacer ese camino sólo, y si alguien lo cree así, creo y ese es mi pensamiento que es un ser estúpido por no querer compartir la alegría y la satisfacción que te dan todos los que te acompañan.

Pues sí, yo me baje en esa parada con mucha ilusión ... y la gente que me acompañó en la misma fue y ha sido tan maravillosa, que con creces me ha dado una lección de cariño que no correspondía a mi persona.

Era como la gente que esperaba a esa niña de esa película que se llamaba Polyana, ¿la habéis visto?, fue la primera vez que me dejaron ir sola al cine y que tuve dinero para ir a ver una película, la cuál se me quedó grabada de por vida. Pues, por eso me he acordado del tren, de ese tren, porque cuando ella vuelve de una operación, todo el mundo la espera, la acoge y le da todo el cariño.

Así fuisteis todos conmigo y con la familia que mi marido y yo hemos creado. Ese día, todos nos esperabais con esa cara de contento que daba gloria veros.

Ahora, no se que hacer.

Ha sido todo tan maravilloso lo que pasó en ese momento, que creo que no somos nadie, para recibir el cariño tan grande que nos disteis y que me dieron, porque un ser que va como de incógnito en esta vida para expresar sus sentimientos y que es mi marido, que, perdonadme, pero es un ser que tengo que elogiar desde aquí porque no llego ni llegaré nunca a su altura y que me supero, a mi y a muchos, me hizo llorar, pero los que compartieron conmigo y con mi familia esas palabras y que lloramos al unísono, eran...maravillosos.

Quizás valoro mucho a mi marido y sus palabras a mi me superaron y a alguno de vosotros no.

Comprendedme, porque claro soy su mujer y una mujer muy enamorada, pero da igual, al final, algo hizo Jaime que nos llegó a algún rincón de nuestro ser, que la cancioncilla cursi que habían preparado mis hijos recordado los momentos felices de su infancia, con su abuela, creo que a algunos nos toco esa fibra sensible que tenemos. Era como un cúmulo de sentimientos que nos hizo explotar.

Solo veía caras sonrientes, caras expresivas de cariño.

Las había, de los que tienen mucha facilidad para expresar sus sentimientos y los que hacían un esfuerzo por expresarlos, pero fue maravilloso.

Gracias a todos.

Sabéis que por circunstancias de mi vida nunca he tenido lo que es una familia normal, bueno una familia en la que hay un papá, una mamá y unos hermanos. Pero creo que en estos momentos de mi vida y con los años que tengo, doy por creces y agradezco, lo que tengo ahora. Pero la verdad es que ahora con 54 años cumplidos, todo lo que he envidiado cuando era pequeña, vosotros me los habéis dado.

Hay alguno de vosotros que no pudisteis asistir a esa ceremonia, pero que estabais conmigo en esos momentos apoyándome. Desde aquí, también quiero agradeceros todos vuestros sentimientos hacia mi en ese día.
Muchas gracias.
Maríamercedes